jueves, 10 de julio de 2014

La escalera del agua - José Manuel García Marín

Ángel es un muchacho que malvive en una mísera alquería de Las Hurdes, dedicado a las labores del campo y sin más ambición que lograr comer cada día. No sabe que su familia y sus vecinos guardan un secreto, pero su abuelo se encargará de desvelárselo cuando, según la tradición, llegue el momento: son descendientes de moriscos, expulsados de Granada en el siglo XVI, desterrados del reino de Toledo en el XVII y refugiados en ese remoto paraje para huir de la persecución.

Ese hecho marcará la existencia de Ángel, así como un desgraciado suceso que le obligará a escapar de su aldea y a rehacer su vida en Toledo, al amparo de unos padres franciscanos que le darán cariño y educación y harán de él un hombre admirable.

Una novela que habla de la huella del pasado, de la superación, del amor y de dos ciudades mágicas, Toledo y Granada: fascinantes y eternas.

La novela nos cuenta la historia de Ángel, un muchacho que a mediados del siglo XX se ve obligado a huir de la aldea donde malvive, en Las Hurdes, y es acogido por unos frailes toledanos que le dan cobijo y educación, convirtiéndole en un hombre culto que consigue labrarse un futuro.

Al mismo tiempo se nos relata la historia de los ancestros del protagonista, moriscos expulsados en el siglo XVI.

La narrativa de García Marín es espectacular, con un dominio del lenguaje impresionante. Maravillosas también las descripciones que nos ofrece de las calles de Toledo, así como de los distintos escenarios en los que transcurre la trama.

Una novela que, sin ser histórica, nos acerca a la historia de dos ciudades tan importantes en el pasado como fueron Toledo y Granada.

"El escritor es un alquimista que une dos naturalezas: la abstracta, en la que se interna para absorber esencias del universo platónico de las ideas, y las conduce, por el alambique de su pluma, a la terrenal, transformadas ya en palabras, retenidas para siempre en el papel, cautivas de la tinta, no obstante manen como una fuente inextinguible, sólo estática hasta que el lector bebe de ellas. He aquí la magia."

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